Cuando el amor no tiene tiempo: mi historia con la fotografía de duelo neonatal
Una mirada íntima a la despedida y el homenaje a una vida breve en fotografía
María José Toledo - Madre, fotógrafa y periodista
5/12/20211 min read


Nadie está preparado para perder a un hijo. Y mucho menos cuando ni siquiera ha empezado a vivir fuera de ti.
Yo pasé por ahí. Por el silencio en lugar del llanto. Por los brazos vacíos. Por la ausencia de una fotografía, de un recuerdo, de algo que me dijera que sí existió.
Durante mucho tiempo sentí que no tenía derecho a recordar. Que debía seguir adelante sin mirar atrás. Pero lo que nadie te dice es que recordar es parte del duelo. Que una imagen, una sola, puede darte un lugar al que regresar cuando el corazón lo necesita.
Por eso hoy, como madre en la tierra y madre en el cielo, he creado un espacio desde el amor: la fotografía de duelo neonatal. No es solo una fotografía. Es un acto de respeto, de despedida, de conexión. Es permitir que ese pequeño ser, aunque solo haya estado por instantes, tenga un lugar en la historia de su familia.
No es fácil. Nunca lo será. Pero poder acompañar a otras madres y padres en ese momento sagrado y brindarles la oportunidad de tener un recuerdo digno, humano y lleno de amor, es también mi forma de sanar.
Esta fotografía no busca mostrar dolor. Busca honrar la vida, por corta que haya sido. Y permitir que el duelo tenga un rostro, un nombre, una imagen.
Porque sí existió. Porque fue amor, desde el primer segundo.